¿Qué podemos aprender de los 230 delitos ambientales registrados en los países de la Amazonía durante la última década? El último informe de FACT analiza los datos disponibles públicamente sobre estos casos para comprender mejor cómo se cometen estos delitos y cómo se blanquean las ganancias asociadas. Al identificar tendencias regionales, tipologías y señales de alerta, el informe busca contribuir a los debates políticos y los esfuerzos de aplicación de la ley en la Amazonía, con el fin de frenar la deforestación ilegal, proteger a las comunidades locales y fortalecer el Estado de derecho.
Como organización estadounidense dedicada a las políticas públicas, FACT espera que este informe también sirva como una herramienta para los esfuerzos de Estados Unidos en la lucha contra los delitos ambientales y las finanzas ilícitas. En 2024, a través de la Iniciativa de la Región Amazónica contra las Finanzas Ilícitas, el Departamento del Tesoro de EE.UU. se ha comprometido a mejorar el intercambio de información, implementar nuevos programas de formación para “seguir el dinero” y llevar a cabo investigaciones conjuntas con los países de la región sobre delitos ambientales. Al evaluar las necesidades y realidades actuales, este informe ofrece una perspectiva sobre los tipos de intercambio de información, asistencia técnica y colaboración más necesarios para maximizar el impacto de la Iniciativa de la Región Amazónica.
Blanqueo de dinero procedente de delitos ambientales: Tipologías y tendencias en los países de la Amazonía
Los 230 crímenes ambientales ofrecen indicios sumamente relevantes respecto de cómo se cometen estos delitos y cómo se blanquean las ganancias. Es nuestro deseo que las fuerzas del orden y los responsables políticos puedan utilizar esta información para combatir los crímenes ambientales en el futuro.
Entre las conclusiones más salientes y las implicaciones de estos hallazgos, podemos destacar:
- Investigaciones Financieras Paralelas: A futuro, resulta esencial fortalecer la capacidad de los países para integrar las investigaciones financieras en sus acciones de investigación y aplicación de la ley en materia de delitos ambientales. El gobierno de EE. UU. debería contribuir a estos esfuerzos mediante el desarrollo de capacidades y asistencia técnica a los países de la Amazonía, aprovechando el marco existente de la Iniciativa de la Región Amazónica del Tesoro. Otros actores regionales e internacionales, incluidos la Organización de los Estados Americanos y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), deben continuar con los esfuerzos de capacitación relacionados con las finanzas ilícitas y los delitos ambientales.
- Intercambio de Información entre Países de Origen, Tránsito y Destino: Un intercambio de información oportuno y sólido entre países es esencial. Tal como señala acertadamente un informe reciente del Egmont Group, “las jurisdicciones deben reconocer la existencia de los flujos financieros ilícitos del comercio ilegal de vida silvestre y que estos flujos pueden cruzar a jurisdicciones más allá de los países de origen”. De los 230 casos identificados en este informe, un pequeño porcentaje (25 % de todos los casos, y 45 % de los casos de “seguimiento del dinero”) hace referencia a la participación de otros países. En el futuro, se necesitará una mayor y mejor cooperación internacional para identificar los vínculos y redes transnacionales. La Iniciativa de la Región Amazónica ofrece un mecanismo ideal. Si se aprovecha adecuadamente, puede ser una excelente oportunidad para un intercambio de información útil y oportuno en relación con los delitos ambientales.
- Abuso de Personas Jurídicas: Los resultados de este informe sugieren que las empresas fantasma y de fachada juegan un papel generalizado en los delitos ambientales. En el futuro, los países de la región deben redoblar sus esfuerzos en materia de beneficiarios finales y la transparencia corporativa, en consonancia con los estándares del Grupo de Acción Financiera (GAFI). En Estados Unidos, el Tesoro debería seguir implementando de manera sólida y significativa la Ley de Transparencia Corporativa (CTA, por sus siglas en inglés) para abordar los problemas con las empresas fantasma estadounidenses. Además, las agencias gubernamentales de EE. UU. deberían contemplar protocolos para el intercambio de información sobre beneficiarios finales con los gobiernos extranjeros de confianza, tal como lo permiten claramente las reglamentaciones y el estatuto de la CTA.
- Corrupción como una cuestión central de los delitos ambientales: Dado que la corrupción se presenta como el delito convergente más prevalente, se deben tomar medidas para abordar los delitos ambientales con estrategias que incluyan también la gobernanza y la lucha contra la corrupción. Desde la presidencia de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC) durante el próximo año, Estados Unidos debería priorizar los esfuerzos para abordar la corrupción vinculada a los delitos ambientales y los recursos naturales, y abogar por compromisos globales más profundos para enfrentar los delitos ambientales y la corrupción en la 11ª Conferencia de los Estados Parte de la UNCAC en 2025, al igual que en otros foros multilaterales.
Muchas gracias a las siguientes personas por su revisión y valiosa contribución a la elaboración de este informe:
- John Dodsworth, World Wildlife Federation (WWF)
- Corinna Gilfillan, Coalición UNCAC
- Zorka Milin, Coalición FACT
- Thomas Georges, Coalición FACT
- Ian Gary, Coalición FACT
- Erica Hanichak, Coalición FACT
Daniela Altamirano Crosby, ex Policy Fellow de FACT, por su inestimable apoyo en la investigación.
Las recomendaciones y opiniones presentadas en este informe se atribuyen exclusivamente a la secretaría de FACT y no reflejan necesariamente los puntos de vista de nuestros editores, miembros de la coalición o financiadores.