La minería ilegal de oro constituye una amenaza existencial para los ecosistemas y comunidades de la Amazonía, al contaminar fuentes de agua y alimentos, contribuir a la deforestación ilegal, atentar contra los medios de subsistencia locales y exponer a las poblaciones a la violencia y violaciones de derechos humanos.
Estados Unidos no es inmune a los efectos de esta economía ilegal. Oro ilícito vinculado a conflictos y redes criminales está llegando a su territorio.
Afortunadamente, hay múltiples oportunidades para que EE. UU. responda de manera efectiva. Este informe de política aborda, en primer lugar, las amenazas que plantea actualmente la minería ilegal de oro, el tráfico del metal y el consecuente lavado de activos. A partir de ejemplos seleccionados de países sudamericanos —Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela—, se argumenta que la crisis desatada por la minería ilegal del oro ha alcanzado tales dimensiones que EE. UU. ya no puede continuar ignorándola. Finalmente, el informe presenta las soluciones que debería adoptar Estados Unidos para combatir las amenazas asociadas a la minería ilegal del oro.